"Diálogo social para abordar los desafíos de la seguridad social».


"Solo el 29% de la población mundial tiene acceso hoy a beneficios vinculados a la sociedad social. Con un sistema que lo identifica dentro y fuera de fronteras, Uruguay está en una situación diametralmente mejor, con una cobertura ampliamente extendida.
Sin embargo, no logra sustraerse a los desafíos que enfrentan otras naciones para asegurar la sostenibilidad del sistema.
Un marcado incremento en la esperanza de vida de la población, la presencia de nuevas formas de trabajo y los primeros efectos de la robotización ponen, por lo menos en debate, su viabilidad a mediano plazo.
Todos estos aspectos estuvieron en discusión, en el marco del “Diálogo social para abordar los desafíos de la seguridad social”, realizado en el Paraninfo de la Universidad de la República.

Ése fue el tema de la conferencia  en la que participaron cuatro candidatos presidenciales que obtuvieron representación parlamentaria en 2014: Daniel Martínez (FA), Ernesto Talvi (PC), Pablo Mieres (PI) y Gonzalo Abella (UP). Lacalle Pou no pudo asistir por razones de agenda.
Los convocantes fueron los equipos de representación de trabajadores, empresarios y pasivos ante el Banco de Previsión Social.

En su intervención, Martínez reivindicó el rol solidario de la sociedad, tratando diferente a los que tuvieron un punto de partida diferente. Basado en el hecho de que el mercado no resuelve los problemas en forma mágica, el candidato del oficialismo remarcó el rol fundamental que deberá seguir teniendo el Estado en la seguridad social.
Según su visión, cualquier discusión futura tendrá que considerar y conservar los resultados que se han obtenido en los últimos quince años: el reconocimiento de los derechos laborales para los trabajadores domésticos y rurales, la ampliación de los seguros de maternidad y desempleo, y la ley de flexibilización que en 2008 permitió que miles de personas pudieran acceder a una jubilación.
Cualquier reforma, insistió, deberá tener claro «qué es lo que no se debe eliminar».
Martínez admitió que asegurar la sostenibilidad social y financiera del sistema representará un desafío descomunal. Debe ser, señaló, objeto de un profundo diálogo entre técnicos, políticos y actores sociales que definan una hoja de ruta con algunos pilares básicos. En su visión, todo pasa por ir ajustando periódicamente al sistema, respetando los derechos adquiridos de los beneficiarios. En esa hoja de ruta, mencionó la posibilidad de incentivar el retiro voluntario de la jubilación a través de un retiro parcial.
También habló de distribuir la carga social de manera más justa en las diferentes generaciones. El postulante coincidió asimismo en la necesidad de definir los roles de todos los organismos involucrados, separando la ejecución de la regulación.

Para el colorado Talvi, es un error centrar el debate en la edad de retiro. Su propuesta gira en torno a mantener el régimen previsional mixto, perfeccionando el pilar de ahorro individual, fomentando el ahorro voluntario y creando perfiles diferenciados de contribución, que dependan del ciclo de vida de cada persona.
El economista también propuso ampliar los paquetes en los que las administradoras privadas (AFAP), puedan invertir los ahorros de los contribuyentes. En cuanto al pilar de reparto Talvi planteó conservar el principio de solidaridad intergeneracional pero creando a su vez, en el ámbito del Banco de Previsión Social, un sistema de «cuentas virtuales», aplicado en países como Suecia o Italia.
Según este esquema, cada trabajador aporta a una cuenta individual a lo largo de su vida activa. Sus aportes se irán capitalizando a una tasa de interés ficto, que asegure la sustentabilidad del sistema.
El aportante podrá saber en todo momento, aseguró, cuánto percibirá en el momento en que decida retirarse. Un monto que dependerá de cuánto haya aportado, el tiempo en que lo haya hecho y el que le queda por jubilarse. Así, dijo, cuanto más aporte y más retrase su retiro, más dinero recibirá.
Según Talvi la edad de retiro dejará de ser así una «variable política», y se tenderá a un sistema en el que cada trabajador decidirá de forma voluntaria el momento de retirarse.
El economista propuso además ir hacia un esquema de retiros parciales, en los que el aportante siga trabajando pero a su vez reciba los beneficios correspondientes. Talvi garantizó a su vez que el sistema compensará a todos los trabajadores que, al final de su vida laboral, no hayan podido asegurarse una jubilación digna.

La necesidad de cambios se hace evidente para Pablo Mieres (Partido Independiente) desde el punto de vista demográfico, con datos positivos en el aumento de la expectativa de vida que, a su vez, afecta la sustentabilidad del sistema tal como está pensado hoy. En ese marco llamó a encarar, con tranquilidad pero también con seriedad, una reforma cuyo faro guía debe seguir estando en el principio de solidaridad. Señaló la necesidad de un rediseño institucional del sistema. Hoy, remarcó, el Banco de Previsión Social es a la vez prestador del servicio, regulador y fijador de políticas.
Mieres dijo no tener dudas: el sistema mixto debe continuar. El asunto, dijo, es ver cómo se perfecciona. Probablemente, explicó, habrá que ir hacia un sistema de cuentas nacionales, que mantengan relación directa con el aporte de cada trabajador. Insistió que un «piso» de solidaridad deberá, con todo, seguir existiendo. Coincidió con Talvi en la instauración del retiro parcial voluntario, y le agregó el planteo de «portabilidad» de pensiones y aportes, que podrían ser usados en los distintos subsistemas y también a nivel internacional.

Por su parte, Gonzalo Abella representante de Unidad Popular, rebatió la consigna de que el sistema está en crisis debido a un factor de baja natalidad. En contra de lo afirmado por sus competidores, se declaró totalmente en contra de la existencia de cuentas personales. También contra las AFAP, «un parásito repugnante que calcula que un trabajador vivirá 110 años y así le paga». Abella (UP) en cambio, sí dejó claro que hay dos visiones sobre los cambios que deben realizarse en la seguridad social: la que propone su partido en defensa de los intereses populares y coincidentes con la visión de los trabajadores organizados, y la del resto de los candidatos que al igual que el ajuste fiscal, con matices en la forma y los tiempos de implementación, coinciden con los lineamientos del FMI y el BM.

Conferencia de Prensa.
“Realizada la actividad en el Paraninfo con la exposición de los candidatos, no todos dieron conferencia de prensa, De todas formas, escuchamos a Daniel Martínez plantear una reforma gradual de la seguridad social, con la intención de mantener el sistema mixto, protegiendo a quienes tienen derechos adquiridos y hacerlo en base al diálogo con las organizaciones sociales y con el BPS:
“Un diálogo donde no solo están los técnicos sino por supuesto tiene que estar el BPS, el sistema político y los que hoy están representados en el banco, o sea, las personas que terminaron su ciclo de vida activo en el trabajo, los trabajadores, los empleadores, la academia ni que hablar. Para que podamos hablar, ponderar y dar el contenido de inversión que tiene esto y de calidad de vida de la gente, y no tomar el aporte como un gasto sino buscar dar calidad en el ciclo de vida.
Un papel fundamental son las políticas de Estado, no creo en un Estado prescindente en esto, sino que cumpla el papel que el mercado nunca va a aplicar, que es el de generar igualdad de oportunidades. Acordamos una hoja de ruta que tiene que estar planteada en algunos pilares básicos. Primero que hay personas con derechos adquiridos (no vamos a decirle jubilate mañana porque si no lo hacés en tres días perdiste todo, eso es un disparate), hay derechos adquiridos que tener en cuenta. Después ir aplicando proposiciones al sistema que sean metódicas y sistemáticas, teniendo en cuenta la desigualdad, la vulnerabilidad y las inequidades hoy existentes”.
“Es bueno tener un sistema que esté bien instrumentado, regulador para defender a la gente, que no sea indiferente a los ciudadanos”.

El Partido Independiente, con su representante Pablo Mieres, fue otro que participó en la actividad del Paraninfo y en la conferencia de prensa. Sobre su propuesta, defendió el sistema mixto, sumando dos propuestas: el retiro parcial y la portabilidad de cuentas.
Así lo explicó: “Hay necesidad de una reforma. Nos parece que el gobierno pateó el tema para el próximo gobierno, y nos parece que se tendría que haber iniciado en este. Cuando se anunció que había un problema, que efectivamente lo hay, al mismo tiempo habló que era un problema del próximo gobierno. Me parece muy irresponsable desde ese punto de vista.
Lo que tenemos que hacer es dialogar entre todos los partidos, ese es un dato de la realidad. La reforma de la seguridad social, son de largo aliento y trascienden un período de gobierno, por lo cual debe hacerse el esfuerzo máximo para que sea una política de Estado. También hay que contar con la participación de los actores sociales, sabiendo que al final resuelve el sistema político.
El ideal sería una reforma estructural que obviamente no toca a las personas que están cerca de su causal jubilatoria, eso es importante decirlo. Uno no le puede cambiar las reglas de juego a las personas que están muy cerca de llegar a la edad de retiro. Tiene que hacerse con una perspectiva gradual y de largo aliento. En ese sentido, hay que instrumentar elementos que tienen que vincular cada vez más la capacidad de aporte de las personas con los resultados posteriores de la jubilación.
Sin duda el régimen mixto tiene que continuar, porque el régimen de solidaridad intergeneracional es, desde el punto de vista estrictamente de los dados de la realidad, insostenible. Ya lo era hace 20 años, cuando se incorporó la reforma, ahora mucho más porque los números, desde el punto de vista de la estructura demográfica, se han vuelto cada vez más complicados.
Una idea que impulsamos es el retiro parcial. Hoy la gente se vuelve de un día para otro de ser activa a pasiva, y no es ni psicológica ni físicamente correcto. El proceso de envejecimiento es gradual. La incorporación que una persona pueda reducir horario de trabajo, cobrar su jubilación por el horario reducido y seguir aportando por la otra parte, es mucho más adecuado para la vida de la persona.
La otra propuesta es la portabilidad, o sea, la posibilidad de transferir los aportes que se van generando, inter cajas, o sea, que no haya compartimentos estancos”. O sea, el manejo de cuentas de un lado hacia otro, tanto del estatal al privado como entre Uruguay y el exterior.

Gonzalo Abella , manifestó ; “Creo que esta campaña electoral tiene dos características. Por un lado es muy injusta desde el punto de vista de los recursos, pero por otro lado hay un clima de mucho respeto a la diversidad de ideas, y no quería que palabras que eran crudas pudieran ser interpretadas como un desconocimiento del clima de respeto que impera en general entre los distintos candidatos. Por lo tanto dije que ante todo y pese a todo, tenía el deber de expresar el punto de vista de los trabajadores, el cual confronta antagónicamente con el planteo de seguridad social que están presentando tanto la socialdemocracia de derecha que nos gobierna, como el bloque de la derecha tradicional blancos, colorados e independientes”.
Ante la pregunta de un periodista: ¿no hay que reformar nada?; la respuesta del maestro fue muy clara: “Al contrario, hay que reformarlo todo. En primer lugar hay que sacarse de encima las AFAP que son parásitos que cobran por llevarse el dinero, porque el trabajo duro lo hace el BPS. Si una persona que está aportando por las AFAP se enferma, el seguro de salud lo paga el BPS. Es parte de una lógica privatizadora que no se expresa solo en la seguridad social, pero que es altamente injusta. Hay que recordar que el déficit actual del BPS es la mitad de lo que se llevan las AFAP por año, simplemente por administrar los dineros de otros”.
En cuanto a los caminos a transitar, desarrolló: “Cuando se dice que no hay recursos, en primer lugar la propia jerarquía del BPS reconoce que no hay crisis. La va a haber en el futuro, lo que hay es déficit. Este se puede resolver primero recuperando el dinero de las AFAP.
Fuentes ; Ecos Uruguay ,LR-La Juventud-

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