Cumbre por el clima. ¿Hacia dónde vamos o a dónde nos llevan ?


Estrategias de los negacionistas

Estas han sido varias, y se han ido transformando o adaptando segun el momento. Primero, negaron ( Recuerdan a Rajoy y su primo ? ).


Posteriormente, afiirmaron que  no implicaba problema alguno; y como era un clamor popular, admitieron finalmente   el problema, pero lo imputan a  causas naturales , por lo que  el hombre nada tiene que hacer, afirmaciòn  que hemos oído  en  Madrid en esta misma conferencia.

Lo curioso es que  La campaña negacionista ha estado promovida y financiada  durante años por los principales productores de combustibles fósiles, los que llegado el momento no ocultan sus intereses mezquinos y directamente boicotean  las reuniones como lo han hecho en esta COP25  Brasil, Australia, Rusia, Japón o China,  (los mayores causantes del calentamiento global), 

La 'contracumbre'

"Las miles de corbatas que llenarán IFEMA durante las primeras semanas de diciembre contrastarán con el clima de protesta social que llenará las calles de Madrid. Tanto es así, que los colectivos sociales han preparado una cumbre social en un tiempo récord para tratar de presionar a la clase gobernante que se reúne en la capital

"Hemos tenido un mes para organizar todo. Muy poco tiempo si se tiene en cuenta que los compañeros de Escocia ya han comenzado a preparar la contracumbre de Glasgow que es dentro de un año", explican fuentes de Juventud por el Clima. Por el momento las actividades se concentran en una gran marcha el día 6 de diciembre, además de charlas en espacios universitarios, uno de los centros neurálgicos del nuevo activismo ecologista en España. 

La relevancia social de las cumbres, más allá de manifestaciones y otras acciones reivindicativas, está garantizada por la propia ONU, que habilita dentro del espacio de la COP una "zona verde" para tratar de dar un papel visible a las ONG en defensa del medio ambiente, los profesionales académicos que estudian el cambio climático, las empresas, las plataformas juveniles y las organizaciones chilenas, país que preside el evento.

Alejandro Tena

Las calles de Chile no son aptas para cumbres por el clima. Así lo entendió el presidente Sebastián Piñera, que decidió cancelar el evento y buscar un lugar en el que las protestas no interfieran demasiado en el escenario de negociación multilateral para la lucha política contra el cambio climático. Ese lugar es Madrid. La capital española se convertirá, desde el 2 al 13 de diciembre, en el centro mediático del planeta, ya que dará espacio al ejecutivo latinoamericano para que pueda presidir la COP 25 en la que la comunidad internacional pretende cerrar los compromisos necesarios para que el Acuerdo de París pueda comenzar a funcionar bajo unos criterios de ambición.

El traslado de la sede a Madrid, sin embargo,  no ha servido para calmar los ánimos, en tanto que las protestas contra el Gobierno se han incrementado durante los últimos días. Las organziaciones ecologistas chilenas llevaban meses preparando una cumbre paralela de carácter ecosocial y el cambio de sede no será una barrera que ésta se desarrolle. Más bien lo contrario. Tanto es así, que el movimiento climático español ha planteado un escenario de convulsión social para tratar de mostrar su hermanamiento con los colectivos del país andino y sacar a las calles todo el musculo posible durante las dos semanas que durarán las reuniones de Ifema, lugar donde se desarrollará la COP 25.

"Tenemos un deber de solidaridad con el pueblo chileno y con muchos otros que viven una situación similar"
“Salir a las calles es fundamental. No solamente porque sea nuestro deber como ciudadanas, sino porque tenemos un deber de solidaridad con el pueblo chileno y con muchos otros que viven una situación similar”, explica Vanessa Álvarez, portavoz de Alianza por la Emergencia Climática, una de las plataformas principales de esta cumbre social. De alguna forma, el escenario que se abre en Madrid pretende ser un reflejo del descontento social que impera en los países del cono sur.

“Siendo conscientes del claro eurocentrismo que implica la celebración de una COP en un país europeo por tercer año consecutivo, aceptamos el reto de articular protestas y críticas contra estas políticas como una enorme responsabilidad. Lo hacemos desde la rabia e impotencia ante las injusticias y atrocidades que se están cometiendo contra el pueblo chileno, desde la determinación de intentar generar un espacio donde su voz también pueda ser escuchada”, argumentan desde Juventud por el Clima, elemento crucial del nuevo ecologismo que llena las calles del planeta.

Los miles de kilómetros y el océano que separa los dos continentes no será un obstáculo para que las voces del ecologismo suenen en consonancia en las dos capitales climáticas del momento. Tanto es así, que Madrid y Santiago de Chile serán escenarios de protesta simultánea durante el día 6 de diciembre, ecuador de la Cumbre del Clima, desarrollándose manifestaciones que se esperan masivas.

Presionar a la clase política

La Cumbre por el Clima (COP 25) de Madrid –con presidencia de Chile– se presenta crucial para desarrollar unas herramientas que completen la ambición requerida por el Acuerdo de París, el cual comenzará a funcionar en 2020. Más allá del hermanamiento de la sociedad española con la chilena, la cumbre social se plantea como elemento de presión que permita condicionar los consensos políticos alcanzados en Ifema hacia la ambición climática.

Los encuentros multilaterales por el clima han sido un ejemplo de conquistas y avances en la lucha contra el cambio climático, pero también han sido un escenario de decepciones y pasos en falso que han visibilizado el bajo compromiso de algunas naciones en esta materia. Si París (2015) fue una reunión provechosa y esperanzadora, Katowice (2018) plasmó las divergencias en forma de acuerdos poco ambiciosos para con las advertencias de la ciencia.

"La sociedad civil ha demostrado tener más ambición para el clima que los propios gobiernos"
En virtud de ello, las organizaciones ecologistas pretenden desarrollar un entramado de acciones y debates intensos que consigan condicionar para bien las decisiones que se alcancen en Madrid durante el mes de diciembre. “La sociedad civil ha demostrado tener más ambición para el clima que los propios gobiernos”, puntualizan fuentes de 2020 Rebelión por el Clima, plataforma europea que aglutina a una treintena de organizaciones ecologistas.

La propia organización de la COP dará visibilidad a las posturas de la sociedad civil, ciencia, mundo académico y sector empresarial, que convergerán en los espacios verdes de Ifema y en el Paseo de la Castellana, reconvertida en un espacio participativo que va más allá de la política. Pero las actividades del ecologismo español trascienden a la propia organización de la ONU, en tanto que durante las dos semanas que dura el evento climático se articularan espacios de debate, charlas y performance en las universidades madrileñas para tratar de visibilizar la brecha existente entre el poder político y la sociedad civil.

"No nos queda tiempo, se nos agota. Los dirigentes van a tener que pararse a escuchar", expone Álvarez, que señala las diferencias entre la rigidez institucional y la transversalidad con la que se articulará la cumbre social. "La lucha ecosocial contra el cambio climático no es posible si no se escucha y da relevancia a las mujeres, las comunidades indígenas y a las futuras generaciones. Necesitamos otra forma de hacer las cosas", concluye."

Que han hecho los gobiernos en estos años ?

 Desde la COP1 a la COP 24, los gobiernos se han esforzado en buscar la forma de no reducir sus emisiones, de que sean otros quienes las reduzcan, de hacer el paripé de que las reducen deslocalizándolas , de lograr nuevos mercados para compensar su compromiso de reducirlas en dosis homeopáticas, o de hacer creer la idea absurda de que no talar un árbol equivale a no quemar combustibles fósiles.

El resultado de estas maniobras es que las emisiones anuales del principal gas de efecto invernadero, el CO2, son superiores en un 60% al nivel de 1990 y que actualmente se incrementan más rápido que en el siglo XX. Lo que lleva a que actualmente la concentración atmosférica de CO2, que en 1990 era de 350 ppm [partes por millón], se sitúe en 415 1/. Este nivel no tiene precedentes desde el Plioceno, hace 1,8 millones de años. En esa época los océanos alcanzaban un nivel superior entre 20 y 30 metros al actual

Fue necesario esperar a la COP21 [Paris 2015], veinticinco años después de la cumbre de Rio, para que se adoptara una decisión en relación al nivel de calentamiento que no se debería sobrepasar. En efecto, el acuerdo adoptado en la capital francesa estipula que la política climática tiene por objetivo "que el incremento de la temperatura se sitúe por debajo de 2ºC al tiempo que continúan los esfuerzos para no superar 1,5ºC". Pero este ambiguo texto (¿cuál es el objetivo: 2ºC o 1,5ºC?) no señala ninguna forma para alcanzarlo ni prevé ninguna sanción contra los países que no cumplan su parte en el esfuerzo. ¡Incluso ni siquiera hace mención a los combustibles fósiles que, sin embargo, son la principal causa del incremento del efecto invernadero!

El informe especial de GIEC hecho público en octubre de 2018 no dejaba lugar a la duda : al contrario de lo que nos machacan los grandes medios y los políticos desde hace veinte años, un calentamiento de 2ºC será mucho más peligroso para la especie humana y para las no humanas. Un ejemplo entre otros: el casquete glaciar de Groenlandia contiene suficiente hielo para incrementar en 7 metros el nivel de los mares. Ahora bien, los especialistas estiman que el punto de no retorno de su dislocación se sitúa entre 1,5ºC y 2ºC de calentamiento.
No existe ningún congelador en el que introducir el planeta para enfriarlo. Dicho de otro modo, una vez desencadenada la dislocación de Groenlandia (o cualquier otro casquete glaciar) será imposible detenerlo antes de que se alcance un nuevo equilibrio energético del sistema Tierra. Entretanto, esta dislocación puede provocar un encadenamiento de "retroacciones positivas"/: transformación de la Amazonía en sábana, dislocación de los glaciares gigantes de la Antártida , derretimiento irreversible del permafrost… Un gigantesco efecto dominó climático podría desembocar rápidamente en un incremento de 4 a 5ºC de la temperatura media de la Tierra.


Los especialistas temen que este desbocamiento del calentamiento conduzca al planeta fuera del régimen relativamente estable en el que oscila desde 1,5 millones de años (alternancia de períodos glaciares e interglaciares). La Tierra entraría entonces en un nuevo régimen, análogo al del Plioceno: el planeta horno. Es imposible hacerse una idea de lo que supondría, pero lo que es absolutamente cierto es que si nuestra especie sobrevive en ella, no será con una población de 7 u 8 mil millones de habitantes, y las personas pobres serán, sin lugar a dudas, las principales víctimas del cataclismo, la principal "variable del ajuste" (como se dice)… La inmunda e inhumana política migratoria en relación a las y los migrantes permite hacernos una idea de la barbarie hacia la que avanzamos.
fte. vientosur

1 comentario:

  1. Indudablemente que el tema es controvertido, ya que hay deferentes posiciones. Creo que intentar boicotear el encuentro mundial porque se realiza en Europa demuestra el grado de inmadurez al que ha llegado el ser humano. Todas las voces se deben escuchar, todas las manos deben alzarse para reciclar cada cual desde colaborar al bien común como sea; sin perder tiempo en pensar de que lado viene la alarma. Sea cual sea la voz, el mensaje es claro:o nos dedicamos a Hacer algo positivo 0 no tendremos espacio para criticar....

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