El 28 A la ciudadanía española se ha pronunciado y determinado que sea el PSOE quien deba continuar gobernando, a él le preguntamos y ....¿.nuestras pensiones ?.
Recordemos :
" La reforma laboral ha sido un pedazo de viga en la vía que ha hecho descarrillar el sistema de pensiones... Así que cuando cambie la mayoría política en este país, y estoy convencida de que mi partido volverá a gobernar este país, se va a cambiar esta ley, será de las primeras cosas que hagamos, derogar esta ley” asi se expresaba la actual Ministra Magdalena Valerio durante la legislatura de 2011-2015 en la Comisión de Empleo y Seguridad Social y en la de Seguimiento del Pacto de Toledo.
“Derogar la ley”. Este latiguillo fue muy utilizado durante
aquella legislatura por los y las portavoces del PSOE al terminar sus
intervenciones en los debates sobre la LOMCE, la Ley Mordaza, la
reforma laboral, la de las pensiones...: “Nada más llegar al
Gobierno el PSOE derogará....”, y la bancada socialista rompía en
aplausos. Pero nada de eso está pasando. Hoy, el PSOE y Margarita
Valerio repiten una y otra vez eso de “donde dije digo, digo
Diego”.
En una de sus primeras entrevistas la ministra señaló que “la
Reforma Laboral no se puede derogar alegremente”. En la misma
línea, pocas semanas después afirmó que “si hemos criticado la
reforma unilateral de las pensiones, no me gustaría tropezar en la
misma piedra”. Es decir, de aquello de derogar las reaccionarias
leyes del PP una vez se llegara al Gobierno, de momento, nada. Por
supuesto, nadie le había pedido alegrías a la ministra para derogar
la reforma laboral, sino todo lo contrario: seriedad. Porque lo que
es una alegría es prometer una cosa y no hacerla. Por otro lado,
derogar la reforma de las pensiones que unilateralmente hizo el
Gobierno del PP, no es antidemocrático, sino reponer el régimen de
las pensiones al punto de partida en el que éstas fueron
violentadas. Consenso, diálogo y negociación, toda la que la
ministra quiera, pero anúlese primero la reforma del PP, porque lo
contrario supone que, mientras tanto, continúa en vigor aquella
reaccionaria Ley.
El pasado 1 de octubre, mientras 25.000 pensionistas se
manifestaban por las calles de Bilbao reclamando, entre otras cosas,
una pensión mínima de 1080 euros al mes, la ministra se reunió con
una delegación de los Pensionistas de Bizkaia y les dejó claro,
blanco sobre negro, que, si bien “ya me gustaría, a mí y al
Gobierno” atender esa petición, era imposible porque afectaría a
la “sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones”.
Los 1080 euros no es una cantidad fijada arbitrariamente por los
pensionistas, sino que refleja lo que la Carta Social europea
establece, fijando el umbral de la pobreza en un 60% de la media de
ingresos por unidad de consumo en los hogares. Es decir, negarse a
esto supone dar el visto bueno a que, por ejemplo, en Euskal Herria,
un 60% de pensionistas (el porcentaje entre las mujeres es aún
mayor, un 70%), malvivan inmersas en una situación de pobreza, y
muchas de ellas, en condiciones de pobreza extrema.
Por otro lado, sería injusto poner solo al PP como blanco de las
críticas. Antes de la reforma del Gobierno de Rajoy, el Gobierno de
Zapatero congeló las pensiones en mayo de 2010 y, poco después, en
enero de 2011, acordó una Reforma que alargó la edad de jubilación,
aumentó el número de años necesarios de cotización y agravó el
régimen de las jubilaciones parciales y anticipadas. La reforma tuvo
el aval de CCOO y UGT –también de la CEOE y CEPIME, por supuesto-,
y el rechazo de la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, STEE-EILAS,
EHNE, Hiru), la CIG en Galiza, y la CGT en el conjunto del Estado,
que convocaron una huelga general contra el proyecto
Se nos dijo entonces que la reforma serviría para garantizar a
futuro el sistema público de pensiones, pero nada de esto ha
ocurrido. Por el contrario, sirvió para abrir las puertas a la
segunda reforma de Rajoy y, lo que es peor, a difundir la necesidad
de corresponsabilizarse ante la crisis, vendiendo entre el
pensionariado la idea de que el actual sistema no era viable. Se
habla así, y mucho, de la sostenibilidad del sistema de pensiones y
el déficit que presenta el mismo, pero muy poco de las cargas de
profundidad introducidas contra el mismo durante estas últimas
décadas: desgravaciones a las empresas en las cotizaciones, salario
mínimo irrisorio, bases máximas de cotización condescendientes con
los grandes sueldos, falta de una política pública clara de fomento
del empleo juvenil y de lucha decidida contra el paro....
Por otro lado, ¿por qué se garantiza la sostenibilidad de la
banca corrupta (60.000 millones de euros son irrecuperables) y, a la
par, se vacía el Fondo de las Pensiones en una cantidad similar para
cubrir los estropicios ocasionados por el Gobierno al propio sistema?
¿Por qué los presupuestos públicos priorizan los intereses de una
cuadrilla de banqueros por encima de los de 9 millones de
pensionistas? ¿Por qué no se dice que el más deficitario de todos
ministerios es el de Defensa, el único, por cierto, que no ha tenido
recorte alguno, sino todo lo contrario, durante todos los años de la
crisis?.
No es cierto que se pretenda hacer sostenible el sistema de
pensiones. Por el contrario, lo que muestran las últimas reformas es
que se apuesta por debilitarlo cada vez más y por abrir vías a la
entrada de la banca, mutuas y fondos de inversiones en este apetitoso
campo. Se dan pasos así, uno tras de otro, que debilitan el sistema
de Seguridad Social y apuntan en la dirección de convertirlo en algo
parecido a un sistema de beneficencia en el que prestaciones sociales
dejen de ser consideradas como derechos y, cada vez más, sean
concebidas como limosnas otorgadas por un Estado benefactor. Y
mientras tanto, el capital privado se irá haciendo con el gran
negocio de las pensiones y adornará su esquilme social con
misericordiosas Fundaciones y patrocinios de “obras sociales”
destinados a los sectores más desfavorecidos "
Fuente ;Sabino Cuadra
Lasarte
No hace mucho tiempo que resido en España, poco más de 5 años, pero por lo que me ha tocado vivir en estos años, estoy de acuerdo con el informe. Gracias a quien se ha tomado el trabajo de publicar esta información. Por mi parte, "no cae en saco roto".
ResponderEliminarGracias por sus consideraciones
ResponderEliminar