Sra. Maria Auxiliadora Delgado

 Retrato de una gran primera dama.

Hace unos días nos despertamos con la triste noticia de la muerte de María Auxiliadora, la esposa y compañera de nuestro Presidente 
Compartimos  este recuerdo de nuestra compañera Marita García Moline.
Me impactó especialmente la noticia porque tuve el privilegio de tratarla y haber visto en primera persona actitudes que no son comunes cuando se llega a determinada situación social, o la vida te coloca en posición destacada..
La conocí de forma casual en un curso de relaciones públicas y protocolo. Ahí compartimos el tiempo que duró este y alguna charla entre café o té.
Suave, sencilla pero con una determinación a apoyar a su marido a desempeñarse lo mejor posible en su cargo y cubrir cualquier detalle que fuera útil ya que reconocía que en muchas cosas no tenían experiencia y el curso era para complementar los detalles que necesitara en su tarea el presidente.
La prensa ha hecho noticia de su costumbre de salir en las noches de frío con termos de chocolate caliente y mantas para ayudar a personas en situación de calle y también hacerlo como costumbre con los integrantes del equipo de seguridad del presidente que estaban en las cercanías de su casa.
María Auxiliadora fue la creadora del plan de salud dental de los escolares uruguayos. Por dicho plan todos los escolares tienen atención dental gratuita, medida que ha beneficiado a miles de niños en Uruguay.
Personalmente tengo pequeñas anécdotas que retratan la
personalidad de nuestra primera dama. Un día cualquiera me la encontré en un ómnibus de transporte público. Me debo haber mostrado asombrada ya que no es común que la Sra. del presidente viaje así, o por lo menos yo, nunca lo había visto y ella me explicó sonriente que era su manera de moverse de toda la vida y que las circunstancias no iban a cambiar eso.
También la encontré un día en el BPS haciendo cola para un
trámite de su futura jubilación. Al preguntarle ya con mas
curiosidad que asombro me dijo que a ella le correspondía la caja de profesionales, pero que necesitaba un papel de esa oficina porque se había encontrado con un obstáculo y hacia varios días que andaba en vueltas para resolverlo. Obviamente que no quise indagar mucho pensando que cualquier otra persona hubiera recurrido a algún contacto, sabiendo que seguramente con solo mencionar quien era, se lo hubieran solucionado en un momento.
Me dió vergüenza mi mezquino pensamiento, ya que solo es en esas pequeñas actitudes que se mide la calidad de la personalidad de quien tenés enfrente y que no era ninguna postura ya que allí en ese sitio nadie la conocía, porque ella sencillamente vestida y sola estaba en una actitud normal, como cualquier ciudadana.
Solo alguien con verdaderos valores, teniendo todas las
oportunidades supo colocarse a la altura moral como para ser tan auténtica, supe que nunca se le ocurriría utilizar otra forma de actuar, porque no había hecho nada para recibir ningún privilegio.
Mi pena de hoy es porque se nos fue una “ primera dama de verdad”.

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